Persigue fomentar el desarrollo de un plan que mejore la eficacia, accesibilidad e interacción de los sistemas deportivos y de salud
El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Andaluz de Prescripción de Ejercicio Físico ‘Andalucía en forma’, que se extenderá durante el período comprendido entre los años 2023 a 2030 y cuya implantación será asumida por las consejerías de Salud y Consumo y de Turismo, Cultura y Deporte.
Su objetivo es fomentar el desarrollo e implementación de un plan que mejore la accesibilidad, interacción y eficacia de los sistemas deportivos y de salud, intensifique la formación dirigida a profesionales involucrados e identifique un sistema de coordinación y seguimiento que haga fácil la incorporación de la recomendación de actividad física y la prescripción de ejercicio físico entre la población andaluza.
Este plan dará respuesta a la evidencia científica de la relación entre actividad física y salud y se llevará a cabo de forma intersectorial coordinada, colaborativa y sistematizada, implicando a las consejerías en materia de sanidad y deporte, a sus entidades instrumentales, a las universidades públicas andaluzas y a las entidades locales que deberán desarrollar sus propios planes de prescripción de ejercicio en función de las directrices que marca el plan estratégico.
El documento se articula en torno a cinco ejes o líneas estratégicas, siendo la primera la prescripción, derivación y coordinación; la segunda, el registro, el seguimiento y la evaluación; y la tercera, la investigación, la innovación y la formación. Además, se tratará la difusión y la sensibilización en una cuarta línea y, por último, el Plan de Digitalización en la quinta.
Este plan tiene como meta facilitar a las personas el acceso a servicios deportivos derivados desde los servicios sanitarios a través de un sistema planificado y articulado integrado por un proceso de trabajo bien delimitado. Con ello, se pretende lograr una estrategia complementaria entre los ámbitos sanitario y deportivo con actividades que promuevan entornos y políticas que faciliten el acceso a un sistema de prescripción, derivación y seguimiento y, en definitiva, a opciones saludables que sirvan para mejorar el bienestar de las personas. Estas premisas son el objetivo último del plan, contribuyendo a que la población andaluza realice actividad física de modo habitual en función de su situación y de sus necesidades.
El consejero de Cultura, Turismo y Deportes anuncia que se firmarán convenios con centros deportivos y ayuntamientos, en un programa dotado con un millón de euros
El Gobierno de la Junta quiere que los médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) puedan prescribir el ejercicio físico como parte de la terapia para el tratamiento de enfermedades y los pacientes puedan realizarlo de forma «supervisada» en centros deportivos o en unidades específicas creadas para ese fin.
El consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Arturo Bernal, informó este martes de esta nueva prestación para la ciudadanía que permitirá a los usuarios de la sanidad pública tener acceso a los servicios deportivos del programa. El denominado Plan Andaluz de Prescripción de Ejercicio Físico ‘Andalucía en forma’ se ha diseñado para el periodo comprendido entre 2023 y 2030 y su implantación dependerá de las consejerías de Salud y Consumo, por un lado, y Turismo, Cultura y Deporte, por otro. De momento, la dotación anunciada es de solo un millón de euros pese a lo ambicioso de sus objetivos.
Para ello se diseñará un documento estratégico en el que se establecerá la manera de colaborar con las universidades, los ayuntamientos y las entidades locales, que deberán desarrollar «sus propios planes de prescripción de ejercicio».
El consejero explicó que si los andaluces consiguen elevar de una a dos horas semanales el tiempo dedicado al ejercicio semanal «consciente», es decir, el que se realiza de forma intencionada, la sanidad pública podría ahorrarse a medio y largo plazo en torno a 400 millones de euros anuales en medicamentos y tratamientos para patologías relacionadas con el sedentarismo. De hecho, apuntó también, 7 de cada 10 medicamentos que se prescriben tienen que ver con enfermedades que se generan o agravan con la falta de actividad física. Existe una «evidencia científica» que vincula la actividad física y la salud y es necesario aplicar esa evidencia a la práctica diaria de la sanidad pública, añadió el consejero.
Hace falta, a su juicio, un cambio de mentalidad en la población para vencer las «resistencias», pero confía en la «pedagogía» para llegar a los usuarios y convencerlos de que prevenir la enfermedad es también trabajar en la «salud mental» de la ciudadanía. «Más chándal y menos Prozac», resumió Arturo Bernal sobre la filosofía del plan haciendo referencia al medicamento que se utiliza para la tratar la depresión nerviosa.
El documento se articula en torno a cinco ejes o líneas estratégicas, siendo la primera la prescripción, derivación y coordinación; la segunda, el registro, el seguimiento y la evaluación; y la tercera, la investigación, la innovación y la formación. Además, se tratará la difusión y la sensibilización en una cuarta línea y, por último, el Plan de Digitalización.
Según la información facilitada por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, ya se han formado más de 400 profesionales deportivos y sanitarios a través de la Escuela de Salud Pública de Andalucía.
Por primera vez, el médico derivará a pacientes a unidades creadas para tal fin
Andalucía es una de las comunidades con más índice de sedentarismo entre su población. Según la última encuesta de Condiciones de Vida del CIS, relativa al año 2022, el 32% de los andaluces no realiza ningún tipo de actividad física, una tasa solo superada por los murcianos (37,8%).
El sedentarismo produce una merma importante en la calidad y esperanza de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) produce un mayor riesgo de hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades relacionadas con el sedentarismo cuestan al Servicio Andaluz de Salud (SAS) unos 400 millones de euros al año, según estimaciones de la Junta.
Para reducir esos costes y mejorar la salud de los andaluces, desde las Consejerías de Salud y Deporte se ha diseñado un plan para promover el ejercicio físico a través de las consultas de Atención Primaria.
Se trata del Plan Andaluz de Prescripción de Ejercicio Físico Andalucía en forma, que se extenderá durante el período comprendido entre los años 2023 a 2030, y con el que, «por primera vez» en esta comunidad autónoma, «el médico de atención primaria va a prescribir ejercicio físico» para «mejorar la calidad de vida» de sus pacientes, señaló el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal.
¿Y cómo se articulará el plan?. Según explicó Bernal, el SAS va a crear unidades específicas formadas por equipos especializados , que se van a encargar de tutelar la realización del ejercicio físico a los pacientes derivados por su médico de Atención Primaria.
«Por primera vez en Andalucía el médico de atención primaria va a prescribir el ejercicio físico, y lo va a hacer para la prevención y para la recuperación de enfermedades y diferentes patologías; para mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos, aquellos que tienen enfermedades crónicas, por ejemplo, y que están, al final, utilizando siempre medicamentos para salir de esa situación; para favorecer un envejecimiento saludable, o para disminuir el sedentarismo y la obesidad en nuestra población», que en Andalucía tiene una tasa del 26,7%, una de las más altas del país.
Por parte del Gobierno andaluz detallaron que la Junta persigue con esta iniciativa «fomentar el desarrollo e implementación de un plan que mejore la accesibilidad, interacción y eficacia de los sistemas deportivos y de salud, intensifique la formación dirigida a profesionales involucrados e identifique un sistema de coordinación y seguimiento que haga fácil la incorporación de la recomendación de actividad física y la prescripción de ejercicio físico entre la población andaluza».
Este plan, según defienden desde la Junta, «dará respuesta a la evidencia científica de la relación entre actividad física y salud, y se llevará a cabo de forma intersectorial coordinada, colaborativa y sistematizada», implicando a las consejerías en materia de sanidad y deporte, a sus entidades instrumentales, a las universidades públicas andaluzas y a las entidades locales que deberán desarrollar sus propios planes de prescripción de ejercicio en función de las directrices que marca el plan estratégico.
El documento se articula en torno a cinco ejes o líneas estratégicas, siendo la primera la prescripción, derivación y coordinación; la segunda, el registro, el seguimiento y la evaluación; y la tercera, la investigación, la innovación y la formación. Además, se tratará la difusión y la sensibilización en una cuarta línea y, por último, el Plan de Digitalización.
Este plan tiene como meta «facilitar a las personas el acceso a servicios deportivos derivados desde los servicios sanitarios a través de un sistema planificado y articulado integrado por un proceso de trabajo bien delimitado». Con ello, se pretende lograr «una estrategia complementaria entre los ámbitos sanitario y deportivo con actividades que promuevan entornos y políticas que faciliten el acceso a un sistema de prescripción, derivación y seguimiento y, en definitiva, a opciones saludables que sirvan para mejorar el bienestar de las personas».
Estas premisas, según el Gobierno andaluz, son “el objetivo último del plan, contribuyendo a que la población andaluza realice actividad física de modo habitual en función de su situación y de sus necesidades».
Aunque Andalucía tiene la segunda tasa de sedentarismo más alta del país (37,8%), lo cierto es que la práctica de la actividad física se ha incrementado en los últimos años. Según la última encuesta de hábitos deportivos del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA), por primera vez en la historia de Andalucía más de la mitad de la población practica deporte (52%). En efecto, destaca el CENTRA «si se compara la evolución de práctica deportiva en las distintas encuestas de deporte en Andalucía, observamos que el porcentaje que practican deporte ha aumentado en oho puntos entre los años 2017 y 2022».
Se facilitará el acceso a servicios deportivos derivados desde los servicios sanitarios
Se pondrán en marcha de unidades para tutelar las prescripciones de los profesionales
Los médicos de Atención Primaria de Andalucía podrán prescribir, por primera vez en esta comunidad autónoma, ejercicio físico a los pacientes para la prevención de enfermedades y la recuperación con el objetivo de combatir el sedentarismo de la población y mejorar la calidad de vida.
Lo anunció ayer el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Arturo Bernal, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que aprobó el plan andaluz de prescripción del ejercicio físico Andalucía en forma, que se extenderá durante el período comprendido entre los años 2023 a 2030 y cuya implantación será asumida por las consejerías de Salud y Consumo y de Turismo, Cultura y Deporte. Dotado con un millón de euros, con este plan se facilitará el acceso a servicios deportivos derivados desde los servicios sanitarios y se contempla la puesta en marcha de unidades de ejercicio físico y salud que se encargarán de tutelar las prescripciones de los sanitarios y centros concertados con los ayuntamientos. Se han formado más de 400 profesionales deportivos y sanitarios en la escuela de salud pública de Andalucía.
Si se consigue elevar de una hora a la semana de ejercicio físico consciente que hacen actualmente los adultos en Andalucía a dos horas semanales el ahorro en la factura sanitaria sería superior a 400 millones a medio y largo plazo, que se destinarían a otras finalidades del ámbito de la salud, indicó el consejero. También abogó por trabajar en un cambio de mentalidad en la población porque al principio esta prescripción generará «resistencias, pero hay que vencerlas con pedagogía porque es mejor prevenir la enfermedad» con más ejercicio físico, que «también es salud mental», destacó. «Más chándal y menos prozac», reivindicó el consejero como lema en defensa del ejercicio físico frente a los medicamentos contra la depresión.
Señaló que los diez medicamentos más prescritos tienen que ver con enfermedades relacionadas con el sedentarismo, por lo que defendió la utilidad de la prescripción del ejercicio físico para hacer frente al sedentarismo y la inactividad, que son los grandes problemas de salud pública y los dos principales factores de riesgo de la mortalidad y la morbilidad.
Este plan se llevará a cabo de forma intersectorial coordinada, colaborativa y sistematizada, implicando a las consejerías en materia de sanidad y deporte, a sus entidades instrumentales, a las universidades públicas y a las entidades locales que deberán desarrollar sus propios planes de prescripción de ejercicio en función de las directrices de dicho plan.
Un estudio internacional liderado por el investigador de la Universidad de Granada (UGR) Francisco B. Ortega Porcel (col. COLEF Andalucía nº 10336) ha demostrado por primera vez de manera científica cuántos pasos hay que dar al día para reducir notablemente el riesgo de sufrir una muerte prematura: 8.000 al día.
Si tomamos como referencia la longitud media de los pasos humanos (que es en hombres de 76 centímetros y en mujeres de 67 centímetros), 8.000 pasos son aproximadamente unos 6,4 kilómetros andados al día.
Además, los investigadores han demostrado que el ritmo al que se dan los pasos tiene también beneficios adicionales, y es mejor andar rápido que lento. Si nos centramos en el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, la mayor parte de los beneficios se observan alcanzando aproximadamente 7.000 pasos.
Los investigadores de la UGR Esmee Bakker y Francisco B. Ortega, autores de este trabajo.
El estudio, publicado esta semana en una de las mejores revistas de Cardiología del mundo (Journal of the American College of Cardiology), propone por primera vez el número óptimo de pasos con el cual se alcanza la mayor parte de los beneficios en la mayor parte de las personas, y demuestra, además, que el ritmo al que se dan los pasos tiene también beneficios adicionales.
La investigación ha sido realizada en colaboración entre investigadores/as de Holanda (Radboud University Medical Center), España (Universidades de Granada y de Castilla la Mancha) y Estados Unidos (Iowa State University).
“Tradicionalmente, mucha gente pensaba que hay que dar unos 10.000 pasos al día para obtener beneficios para la salud, una idea que se originó en Japón en la década de 1960 pero que no tenía ninguna base científica”, explica el autor principal de este trabajo, Francisco B. Ortega, catedrático del departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR.
Sin base científica
Así, el primer podómetro que se comercializó para el gran público llevaba el nombre de ‘Contador de diez mil pasos’, una traducción literal, pero esta cifra no tenía base científica. “Nosotros hemos demostrado por primera vez que cuantos más pasos, mejor, y que no existe un número de pasos excesivo que haya demostrado ser dañino para la salud”, señala Ortega, quien destaca que alcanzar 7.000-9.000 pasos al día es un buen objetivo de salud para la mayoría de las personas.
Los científicos han realizado una revisión sistemática de la literatura y meta-analizaron datos de doce estudios internacionales que involucraron a más de 110.000 participantes.
Los resultados del presente estudio están en línea con otros estudios recientes, que muestran que los beneficios para la salud se estabilizan en menos de diez mil pasos. “Lo que distingue a nuestro estudio es que por primera vez establecemos objetivos de pasos claros”, explica Esmee Bakker, actualmente investigadora postdoctoral Marie Curie en la Universidad de Granada y otra de autoras que han liderado este trabajo.
«En este estudio, demostramos que se pueden obtener beneficios medibles con pequeños incrementos en el número de pasos al día y que, en personas con bajo nivel de actividad física, cada 500 pasos adicionales mejoran su salud. Esta es una buena noticia porque no todas las personas pueden caminar casi nueve mil pasos al día, al menos no desde el principio, por lo que pueden fijarse objetivos pequeños y alcanzables e ir progresando y aumentado poco a poco el número de pasos diarios», apuntan los investigadores.
El estudio no revela ninguna diferencia entre hombres y mujeres. Otro de los hallazgos es que es que caminar más rápido se asocia también con una reducción en el riesgo de mortalidad, independientemente del número total de pasos por día. “Tampoco importa cómo cuentes tus pasos, ya sea que use un reloj inteligente, un rastreador de actividad de muñeca o un teléfono inteligente en su bolsillo: los objetivos de paso son los mismos”, señala Bakker.
Recomendaciones de actividad física – pasos
Entonces, ¿deberíamos dejar de caminar después de dar alrededor de nueve mil pasos? «Rotundamente, no», insiste Francisco B. Ortega. «Más pasos no son peores en ningún caso. Nuestro estudio mostró que incluso si se alcanzan 16.000 pasos al día, no existe riesgo alguno; al contrario: hay beneficios adicionales respecto a andar 7.000-9.000 pasos al día, pero ya las diferencias en reducción del riesgo son pequeñas. Además, el objetivo de pasos debe ser dependiente de la edad, personas más jóvenes pueden aspirar a un objetivo más alto que personas de edad más avanzada. Es importante destacar también que nuestro estudio solo investigó la influencia en el riesgo de mortalidad por todas las causas y enfermedades cardiovasculares. Hay otros estudios y mucha evidencia científica disponible que demuestra que hacer actividad física de intensidad moderada e incluso vigorosa se asocia con múltiples beneficios para la salud, como mejoras en calidad del sueño y la salud mental, entre otros muchos”.
«Nuestro estudio proporciona a las personas objetivos claros y fácilmente medibles», continúa la investigadora Esmee Bakker. Las Recomendaciones de Actividad Física (inter) nacionales sugieren que los adultos realicen 150-300 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana. Pero la mayoría de las personas no saben qué ejercicios cuentan como moderadamente intensos, lo que dificulta verificar el cumplimiento de la norma de ejercicio. Contar pasos es mucho más simple, especialmente porque la mayoría de las personas tienen un teléfono inteligente o un reloj inteligente hoy en día, y aquí reside la importancia de este estudio, dar objetivos sencillos y concretos respecto al número de pasos diarios que las personas pueden fácilmente medir con sus teléfonos y relojes/pulseras inteligentes, y de esta forma propocional la salud de las personas”, concluyen los autores.
Referencia bibliográfica:
Relationship of Daily Step Counts to All-Cause Mortality and Cardiovascular Events. N.A. Stens, E.A. Bakker, A. Mañas, L.M. Buffart, F.B. Ortega, D. Lee, P.D. Thompson, D.H.J. Thijssen, T.M.H. Eijsvogels. Journal of the American College of Cardiology (Sept 2023): https://doi.org/10.1016/j.jacc.2023.07.029.
Access en abierto al texto completo (50 primeros días): https://authors.elsevier.com/a/1hi-u2d9GHwWR8
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