Inicia tu camino hacia una vida activa y saludable

Inicia tu camino hacia una vida activa y saludable

La adopción de hábitos saludables, como la actividad física regular, es fundamental para mejorar la calidad de vida. No importa el punto de partida: el ejercicio puede integrarse de manera progresiva, beneficiando tanto el estado físico como mental. El comienzo de este proceso puede marcar un cambio duradero y significativo en la salud. Activital trabaja de la mano de los mejores expertos para ofrecer a sus usuarios la mejor experiencia posible, enfocándose principalmente en la mejora de la salud y hábitos de vida saludables a largo plazo.

A continuación, presentamos recomendaciones prácticas para iniciar o fortalecer este camino hacia una vida más activa.

Definir un horario adecuado según las necesidades personales
Para garantizar la sostenibilidad de la actividad física, es crucial establecer un horario que se integre de manera eficiente en la rutina diaria. Las preferencias individuales varían; mientras algunos encuentran en la mañana el mejor momento para activarse, otros prefieren liberar el estrés acumulado al finalizar el día. Identificar el momento idóneo maximiza los beneficios del ejercicio y promueve la adherencia a largo plazo.

Mantener una hidratación adecuada en todo momento
La hidratación es un aspecto fundamental del rendimiento físico, independientemente de la estación del año. El consumo regular de agua antes, durante y después de la actividad física ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y a evitar la deshidratación, que puede comprometer el rendimiento. En entrenamientos prolongados o de alta intensidad, la reposición de electrolitos a través de bebidas específicas es igualmente importante.

Selección de vestimenta apropiada según la actividad y el clima
El uso de ropa adecuada facilita la correcta termorregulación durante la actividad física. Las prendas deben permitir libertad de movimiento y adaptarse a las condiciones ambientales. En climas más fríos, las capas ligeras y transpirables son esenciales para conservar el calor sin provocar sobrecalentamiento, mientras que en entornos más cálidos, las telas ligeras y transpirables ayudan a mantener una temperatura corporal óptima.

Progresión gradual en la intensidad del entrenamiento
Para quienes inician o retoman la actividad física, la progresión gradual es esencial. Aumentar la intensidad de manera controlada permite que el cuerpo se adapte y minimiza el riesgo de lesiones. Escuchar las señales que envía el organismo es clave para evitar el sobreentrenamiento, un factor que puede desincentivar el progreso a largo plazo.

Activital conoce a realidad de la población a la que va dirigido su programa, por lo que se adapta de manera efectiva individualmente a cada persona independientemente del punto d epartida.

Diversificar las actividades para mantener la motivación
La variabilidad en las actividades físicas no solo contribuye a una mejora integral de las capacidades físicas, sino que también promueve el interés continuo por el ejercicio. Incorporar diversas disciplinas —desde entrenamientos funcionales hasta yoga o ejercicios al aire libre— es fundamental para mantener el compromiso. Activital ofrece una amplia gama de opciones para garantizar que cada usuario encuentre la actividad que más se ajuste a sus necesidades.

Integrar la actividad física en la vida diaria
El ejercicio no debe limitarse a sesiones estructuradas. Pequeñas decisiones cotidianas, como optar por las escaleras en lugar del ascensor o realizar caminatas breves durante los descansos, también contribuyen a aumentar la actividad diaria. Estas acciones complementan las sesiones de entrenamiento y refuerzan el hábito de mantenerse en movimiento.

Buscar apoyo social para fortalecer el compromiso
El acompañamiento en el proceso de adopción de un estilo de vida más activo puede ser determinante para el éxito a largo plazo. Entrenar en grupo, unirse a clases dirigidas o contar con el apoyo de proyectos como Activital, que ofrecen planes de entrenamiento personalizados, refuerzan la motivación. Compartir metas y avances con otras personas crea un entorno de apoyo positivo y refuerza el compromiso con la actividad física.

Reconocer la importancia del descanso y la recuperación
El descanso adecuado es un componente esencial del entrenamiento. Los períodos de descanso permiten que el cuerpo se recupere y optimice el rendimiento. El sueño de calidad y los días de descanso planificados son cruciales para evitar el agotamiento físico y mental, y contribuyen al progreso sostenido en los niveles de condición física.

La importancia de iniciar en cualquier momento
Independientemente del punto de partida, siempre es posible comenzar a adoptar un estilo de vida más activo. Ya sea que se trate de una persona que ha estado inactiva por un tiempo o de alguien que busca optimizar su nivel actual de actividad, el momento para iniciar es ahora. Implementar hábitos saludables de manera progresiva tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar general.

Comprométete con un enfoque integral hacia la salud
Comenzar a moverse no solo mejora la capacidad física, sino que también ofrece beneficios psicológicos, como la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Iniciar este proceso, ya sea de forma autónoma o con Activital, será una inversión en la calidad de vida a largo plazo. La experiencia de nuestros usuarios en fase piloto demuestra que ya en las primeras semanas se favorece significativamente la energía, fuerza y a la funcionalidad cardiovascular.

Al abordar la actividad física con un enfoque equilibrado y personalizado, es posible lograr un cambio significativo en la salud y el bienestar.

Signos de alerta ante un golpe de calor y cómo actuar

Signos de alerta ante un golpe de calor y cómo actuar

El verano trae consigo días soleados y altas temperaturas, lo cual es perfecto para disfrutar al aire libre. Sin embargo, también puede poner en riesgo nuestra salud si no tomamos las precauciones adecuadas. Uno de los peligros más serios del calor excesivo es el golpe de calor, una condición que puede ser potencialmente mortal. En este artículo, te explicamos cuáles son los signos de alerta ante un golpe de calor y qué debes hacer si sospechas que alguien lo está sufriendo.

¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor, también conocido como insolación, ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta y no puede regular su temperatura de manera efectiva. Esta condición suele presentarse cuando la temperatura corporal supera los 40°C (104°F) y puede causar daño a los órganos y tejidos del cuerpo.

Signos de alerta ante un golpe de calor
Reconocer los signos de un golpe de calor es crucial para actuar a tiempo. A continuación, te presentamos los principales síntomas:

  1. Temperatura corporal alta
    Uno de los signos más evidentes es una temperatura corporal extremadamente alta, por encima de los 40°C (104°F). Es importante medir la temperatura de la persona si es posible.
  2. Piel roja y caliente
    La piel puede sentirse caliente y seca al tacto, aunque en algunos casos puede haber sudoración. La piel también puede volverse enrojecida debido al calor extremo.
  3. Pulso rápido y fuerte
    El corazón puede latir más rápido de lo normal, y el pulso puede sentirse fuerte debido al esfuerzo del cuerpo por enfriarse.
  4. Dolor de cabeza y mareos
    Las personas pueden experimentar dolor de cabeza severo, mareos o sensación de vértigo.
  5. Náuseas y vómitos
    El golpe de calor puede provocar malestar estomacal, que a menudo se manifiesta en forma de náuseas y vómitos.
  6. Confusión y desorientación
    El calor extremo puede afectar el cerebro, llevando a confusión, desorientación, irritabilidad e incluso comportamientos extraños.
  7. Pérdida de conciencia
    En casos graves, el golpe de calor puede causar desmayos o pérdida de conciencia. Esto requiere atención médica inmediata.

¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
Si sospechas que alguien está sufriendo un golpe de calor, es fundamental actuar rápidamente. Aquí te dejamos una serie de pasos que debes seguir:

  1. Llama a emergencias
    Lo primero que debes hacer es llamar a los servicios de emergencia (911 o el número de emergencias de tu país). Un golpe de calor es una emergencia médica y requiere atención profesional inmediata.
  2. Mueve a la persona a un lugar fresco
    Traslada a la persona a un lugar fresco, con sombra o, idealmente, a un ambiente con aire acondicionado.
  3. Enfría a la persona
    Intenta bajar la temperatura corporal de la persona utilizando compresas frías, paños húmedos o ventiladores. Si es posible, colócala en una bañera con agua fría. En caso de no disponer de una bañera, puedes utilizar una manguera para rociar a la persona con agua.
  4. Hidrata, si está consciente
    Si la persona está consciente y puede beber, ofrécele agua fresca o bebidas deportivas que contengan electrolitos. Evita darle bebidas alcohólicas o con cafeína.
  5. Monitorea los síntomas
    Mantén a la persona vigilada mientras esperas a los servicios de emergencia. Presta atención a su temperatura y estado general. Si pierde el conocimiento o deja de respirar, puede ser necesario realizar reanimación cardiopulmonar (RCP).
  6. Prevención a futuro
    Una vez resuelta la emergencia, es importante educar a la persona y a su entorno sobre las medidas preventivas para evitar futuros golpes de calor. Esto incluye mantenerse hidratado, usar ropa ligera y evitar la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas más calurosas del día.

El golpe de calor es una condición seria que requiere atención inmediata. Conocer los signos de alerta y saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Durante los días calurosos, es crucial mantenerse hidratado, usar protección solar y limitar la exposición directa al sol. Si notas síntomas de golpe de calor en alguien, actúa rápidamente y busca ayuda médica de inmediato. Mantenerse informado y preparado es la mejor manera de disfrutar del verano de manera segura.

Consejos para entrenar de manera segura en verano

Consejos para entrenar de manera segura en verano

El verano es una época ideal para mantenerse activo y disfrutar del aire libre, pero las altas temperaturas pueden representar un desafío para quienes desean mantener su rutina de ejercicios. Aquí te dejamos algunos consejos clave para que puedas entrenar de manera segura durante la temporada de calor.

  1. Elige el momento adecuado del día
    Las horas más frescas del día, generalmente temprano en la mañana o al atardecer, son las mejores para hacer ejercicio en verano. Evita entrenar entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando el sol está en su punto más fuerte y las temperaturas alcanzan su máximo.
  2. Hidratación adecuada
    Mantén tu cuerpo bien hidratado antes, durante y después del ejercicio. Bebe agua regularmente y no esperes a sentir sed para hacerlo. Puedes optar también por bebidas deportivas que repongan electrolitos, especialmente si tu entrenamiento es intenso y prolongado.
  3. Ropa apropiada
    Usa ropa ligera, de colores claros y hecha de materiales transpirables que permitan la evaporación del sudor. Las telas que absorben la humedad y se secan rápidamente son ideales para mantenerte fresco. No olvides llevar una gorra o sombrero para proteger tu cabeza del sol.
  4. Protección solar
    Aplica protector solar con un factor de protección alto (SPF 30 o más) en todas las áreas expuestas de tu piel al menos 20 minutos antes de salir. Reaplica cada dos horas, o más frecuentemente si sudas mucho o te mojas. También es recomendable usar gafas de sol que protejan contra los rayos UV.
  5. Adapta tu intensidad
    El calor puede aumentar el estrés en tu cuerpo, así que es importante escuchar a tu cuerpo y ajustar la intensidad de tu entrenamiento según te sientas. No te esfuerces más de lo necesario y toma descansos frecuentes para evitar el sobrecalentamiento.
  6. Ejercicios en el agua
    Aprovecha las piscinas o el mar para hacer ejercicio. Nadar o realizar ejercicios acuáticos son excelentes opciones para mantenerse activo sin el riesgo de sobrecalentarse. Además, el agua proporciona una resistencia adicional que puede hacer tu entrenamiento más efectivo.
  7. Conoce los signos de problemas relacionados con el calor
    Es fundamental estar atento a los síntomas de agotamiento por calor, como mareos, debilidad, dolor de cabeza, náuseas, calambres musculares y sudoración excesiva. Si experimentas alguno de estos síntomas, detén el ejercicio de inmediato, busca un lugar fresco y bebe agua. En casos más graves, como el golpe de calor, busca atención médica de inmediato.
  8. Planifica tu ruta
    Si vas a correr o andar en bicicleta, elige rutas que tengan sombra y, de ser posible, fuentes de agua a lo largo del camino. Los parques y senderos con árboles son una excelente opción para protegerte del sol directo.
  9. Acompañamiento y seguridad
    Si es posible, entrena con un amigo o en un grupo. No solo es más seguro en caso de que surja algún problema, sino que también puede ser más motivador. Informa a alguien de tu plan de entrenamiento y lleva siempre un teléfono móvil en caso de emergencia.
  10. Descansa y recupera
    El descanso es crucial para evitar el sobreentrenamiento y permitir que tu cuerpo se recupere. Asegúrate de dormir bien y considera incluir días de descanso en tu rutina para mantener un equilibrio saludable.


Entrenar en verano puede ser una experiencia gratificante y beneficiosa si se toman las precauciones adecuadas. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tus actividades físicas favoritas de manera segura, manteniéndote saludable y en forma durante toda la temporada estival. ¡No dejes que el calor te detenga y sigue moviéndote con responsabilidad!

La década del envejecimiento saludable

La década del envejecimiento saludable

La Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tiene como objetivo mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y sus comunidades. Este esfuerzo global busca abordar los desafíos del envejecimiento poblacional y promover acciones que favorezcan el bienestar y la salud de las personas mayores.

Objetivos Clave:
Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos respecto a la edad y el envejecimiento: Promover una comprensión positiva del envejecimiento y combatir el edadismo.
Garantizar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores: Crear entornos que apoyen el envejecimiento saludable, tales como infraestructura accesible y servicios comunitarios inclusivos.
Proporcionar servicios integrados y centrados en la persona que respondan a las necesidades de las personas mayores: Mejorar el acceso a servicios de salud y sociales que aborden de manera integral las necesidades de las personas mayores.
Proporcionar acceso a cuidados a largo plazo para las personas mayores que lo necesiten: Desarrollar sistemas de cuidado a largo plazo que sean accesibles, asequibles y de alta calidad.
Áreas de Acción:
Liderazgo y planificación: Fomentar políticas y estrategias que apoyen el envejecimiento saludable a nivel nacional e internacional.
Alianzas multisectoriales: Involucrar a diversas partes interesadas, incluyendo gobiernos, sector privado, sociedad civil y academia, para crear un enfoque cohesivo y colaborativo.
Investigación y datos: Promover la investigación para generar evidencia sobre el envejecimiento saludable y utilizar datos para informar las políticas y prácticas.
Comunicación y defensa: Aumentar la conciencia sobre los beneficios del envejecimiento saludable y abogar por los derechos y la dignidad de las personas mayores.
Beneficios Esperados:
Mejor salud y bienestar: Reducción de enfermedades crónicas y mejora de la calidad de vida.
Mayor independencia y autonomía: Fomentar la capacidad de las personas mayores para vivir de manera independiente y participar activamente en sus comunidades.
Economías más sostenibles: Al aprovechar el potencial de las personas mayores y reducir la carga de los sistemas de salud y de cuidado.

La Década del Envejecimiento Saludable representa una oportunidad significativa para enfrentar los desafíos del envejecimiento global y asegurar que todas las personas puedan disfrutar de una vejez digna, saludable y activa. PAPEF representa un ejemplo de iniciativa que se puede englobar dentro de este movimiento, por sus objetivos y plan de acción. ¿Te unes a la década del envejecimiento saludable?

Entrenamiento de fuerza y envejecimiento saludable

Entrenamiento de fuerza y envejecimiento saludable

El envejecimiento es un proceso natural que conlleva una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales. Entre los desafíos más significativos del envejecimiento se encuentran la pérdida de masa muscular y fuerza, condiciones conocidas como sarcopenia. Esta reducción puede llevar a una disminución de la movilidad, aumento del riesgo de caídas, y una menor calidad de vida en general. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que el entrenamiento de fuerza es una herramienta eficaz para contrarrestar estos efectos, promoviendo un envejecimiento más saludable y activo.

Beneficios del entrenamiento de fuerza en personas mayores

  1. Preservación de masa muscular y fuerza
    El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener y aumentar la masa muscular y la fuerza. A través de ejercicios que implican la resistencia, como levantamiento de pesas, se estimulan las fibras musculares, promoviendo la síntesis de proteínas y reduciendo la tasa de pérdida muscular.
  1. Mejora de la salud ósea
    La densidad ósea tiende a disminuir con la edad, aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas. El entrenamiento de fuerza ejerce una carga mecánica sobre los huesos, lo cual estimula la formación ósea y ayuda a mantener la densidad ósea.
  2. Aumento de la movilidad y el equilibrio
    La mejora de la fuerza muscular contribuye a una mayor estabilidad y equilibrio, factores cruciales para prevenir caídas. Los ejercicios de fuerza pueden enfocarse en músculos clave para la postura y la estabilidad, como los de las piernas y el core.
  3. Mejora de la salud metabólica
    El entrenamiento de fuerza tiene efectos positivos sobre la salud metabólica, ayudando a regular la glucosa en sangre y mejorando la sensibilidad a la insulina. Esto es especialmente beneficioso para prevenir y manejar la diabetes tipo 2.
  4. Bienestar mental y calidad de vida
    El ejercicio, incluido el entrenamiento de fuerza, libera endorfinas que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de depresión y ansiedad. Además, la sensación de logro y la mejora física pueden incrementar la autoestima y la calidad de vida.

Ejercicios recomendados

  1. Sentadillas
    Las sentadillas son efectivas para fortalecer las piernas y el core. Pueden adaptarse según el nivel de aptitud, utilizando el propio peso corporal o añadiendo resistencia con pesas.
  2. Flexiones de brazo
    Las flexiones de brazo, ya sean tradicionales o modificadas (apoyándose en las rodillas), ayudan a fortalecer el pecho, los hombros y los tríceps.
  3. Levantamiento de pesas
    El levantamiento de pesas puede incluir una variedad de ejercicios como el press de banca, remo con mancuernas y levantamiento de pesas por encima de la cabeza. Estos ejercicios fortalecen diferentes grupos musculares del cuerpo.
  4. Ejercicios con bandas elásticas
    Las bandas elásticas son una excelente herramienta para el entrenamiento de fuerza, proporcionando resistencia variable y siendo seguras para las articulaciones.
  5. Ejercicios de equilibrio
    Ejercicios como el levantamiento de talones y el equilibrio sobre una pierna mejoran la estabilidad y reducen el riesgo de caídas.

El entrenamiento de fuerza es una estrategia eficaz para promover un envejecimiento saludable. A través de la preservación de la masa muscular, la mejora de la densidad ósea, y el incremento de la movilidad y el equilibrio, las personas mayores pueden mantener una vida activa e independiente. Además, los beneficios mentales y emocionales contribuyen a una mejor calidad de vida. Es fundamental adoptar un enfoque individualizado y seguro, con una progresión gradual y supervisión adecuada, para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos.

En resumen, incorporar el entrenamiento de fuerza en la rutina de las personas mayores no solo ayuda a combatir los efectos del envejecimiento, sino que también promueve una vida más saludable y satisfactoria.

Las consecuencias de una sociedad sedentaria

Las consecuencias de una sociedad sedentaria

En la era de la tecnología, la vida sedentaria se ha convertido en normalidad para muchas personas alrededor del mundo. Desde trabajos de oficina hasta entretenimiento digital, pasamos gran parte de nuestros días sentados. Esta tendencia tiene repercusiones significativas en nuestra salud y bienestar, lo cual acaba repercutiendo en la sociedad y los hábitos de vida de ésta. Algunas de las consecuencias de una sociedad sedentaria serían:

  1. Problemas de salud física: obesidad y trastornos metabólicos. Uno de los efectos más obvios del sedentarismo es el aumento de la obesidad. La falta de actividad física disminuye el gasto calórico diario, lo que, combinado con una dieta poco saludable, lleva a un aumento de peso. La obesidad, a su vez, está estrechamente vinculada con una serie de trastornos metabólicos, incluyendo la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
  2. Problemas musculoesqueléticos. Permanecer sentado durante largos períodos puede causar problemas significativos en la postura y la salud musculoesquelética. Los dolores de espalda, el síndrome del túnel carpiano y otras afecciones relacionadas con la postura son comunes entre las personas que pasan la mayor parte del día en una silla. Estos problemas pueden disminuir la calidad de vida y limitar la movilidad con el tiempo.
  3. Impacto en la salud mental: Estrés y ansiedad. El sedentarismo también tiene un impacto negativo en la salud mental. La falta de actividad física puede contribuir a niveles más altos de estrés y ansiedad. El ejercicio regular es conocido por liberar endorfinas, que son neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y actúan como analgésicos naturales. Sin esta liberación, las personas sedentarias pueden experimentar mayores niveles de estrés y una disminución en la calidad de vida mental.
  4. Depresión. Estudios han demostrado que existe una correlación entre el sedentarismo y la depresión. La falta de movimiento no solo afecta el bienestar físico, sino también el psicológico. El ejercicio puede ser una herramienta efectiva para combatir la depresión, ya que promueve la neurogénesis (la creación de nuevas neuronas) y mejora la conectividad entre diferentes regiones del cerebro.
  5. Consecuencias sociales y económicas: aumento de los costos sanitarios
    Las enfermedades relacionadas con el sedentarismo representan una carga considerable para los sistemas de salud pública. El tratamiento de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud crónicos asociados con la falta de actividad física cuesta miles de millones anualmente.
  6. Impacto en la productividad. Una población sedentaria puede resultar en una fuerza laboral menos productiva. Los empleados que sufren de problemas de salud relacionados con el sedentarismo tienden a tener más días de baja por enfermedad, menor energía y menor eficiencia en el trabajo. Esto puede afectar la competitividad y el crecimiento económico de una sociedad.


En definitiva, el sedentarismo es una problemática creciente que afecta tanto la salud física y mental de las personas como la economía y la sociedad en general. Reconocer las consecuencias de una vida sedentaria es el primer paso para abordar este problema. A través de esfuerzos combinados de individuos, empresas y gobiernos, es posible fomentar un estilo de vida más activo y saludable, mejorando así la calidad de vida y reduciendo los costos asociados con las enfermedades crónicas. La clave está en la acción: cada pequeño cambio hacia una mayor actividad física puede hacer una gran diferencia. Con este objetivo nace PAPEF, para hacer el deporte y la actividad física accesible a la sociedad. A través de la coordinación de los principales actores del sector, personal sanitario y los profesionales físico-deportivos, se pretende dar acceso a la actividad física a personas con hábitos de vida sedentarios, con fin de mejorar su calidad de vida.